Aunque parezca que solo las startups pueden ser ágiles, cualquier organización puede incorporar elementos clave de Mentalidad de Laboratorio:
Crea un equipo flexible y multidisciplinario
Una estructura ágil no se basa en jerarquías tradicionales, sino en la capacidad de colaborar rápido y de forma horizontal.
Arma equipos pequeños que integren perfiles de distintas áreas:
- Creatividad (copy, diseño, contenido)
- Datos (analistas, performance)
- Producto o servicios
- Atención al cliente y community management
Lo importante no es tener más personas, sino que cada miembro pueda tomar decisiones y ejecutar sin cuellos de botella.
Ejemplo práctico:
Un ecommerce puede formar una célula semanal con su diseñador, su responsable de redes, y un analista. Entre los tres evalúan qué contenidos funcionaron y qué probar la semana siguiente.
Define hipótesis antes que certezas
En lugar de asumir que una acción funcionará porque “siempre lo hemos hecho así”, plantea cada acción como una hipótesis que debe ser comprobada.
Cómo hacerlo:
- Formato: “Creemos que [acción] generará [resultado esperado] porque [razón].”
- Luego se define cómo se medirá ese resultado.
Ejemplo:
“Creemos que publicar un video tutorial corto los lunes por la mañana aumentará la retención semanal porque la audiencia busca contenido útil al inicio de semana.”
Este enfoque fomenta la curiosidad, la apertura al error y la mejora constante.
Acepta el error como parte del proceso
Una mentalidad de laboratorio requiere desmitificar el error.
Fallar en una prueba no es perder, es aprender qué no hacer o qué mejorar.
Consejos para aplicarlo:
- Cambia la narrativa interna: no se trata de “fracasar”, sino de “validar lo que no funciona”.
- Comparte tanto los éxitos como los errores documentados.
- Celebra las pruebas bien ejecutadas, incluso si el resultado fue negativo.
Ejemplo:
Una marca que prueba tres titulares distintos en un anuncio descubre que el más creativo generó menos clics que el más directo. Eso no fue un fallo, fue un insight valioso para mejorar la próxima campaña.
Documenta y comparte lo aprendido
Cada prueba, cada test y cada ciclo debe dejar una traza de conocimiento accesible para todos los equipos.
Esto permite evitar errores repetidos, escalar buenas prácticas y acelerar futuros experimentos.
Cómo implementarlo:
- Lleva un repositorio simple (puede ser un documento compartido o una herramienta como Notion o Trello).
- Registra: hipótesis, datos de entrada, resultados, análisis y recomendaciones.
- Agenda breves sesiones mensuales para compartir aprendizajes entre equipos.
Ejemplo:
Un equipo de social media documenta que los carruseles con tips útiles tuvieron 40% más guardados que los memes virales. Esa información permite diseñar futuras campañas de contenido educativo con mayor confianza.
Incluye a tu comunidad como parte activa del proceso
El enfoque de laboratorio no solo se aplica puertas adentro. La co-creación con la comunidad es parte clave de esta metodología.
Cómo hacerlo:
- Lanza encuestas para recoger feedback antes de lanzar un producto o campaña.
- Crea challenges o dinámicas donde el público participe (como elegir el nombre de una línea o los colores de un empaque).
- Valida ideas directamente en redes antes de invertir en producción masiva.
Ejemplo:
Una marca de alimentos prueba dos sabores en una edición limitada y deja que la comunidad vote cuál se quedará como versión oficial. Esto genera participación, engagement y reduce el riesgo de malas decisiones.
Implementa herramientas que favorezcan la agilidad
No basta con tener buena actitud. La tecnología puede facilitar procesos clave:
- Herramientas de diseño rápido: Canva, Figma, Adobe Express
- Analítica en tiempo real: Google Looker Studio, Metricool, Meta Insights
- Gestión colaborativa: Notion, Trello, Asana, Slack
Elige herramientas que faciliten prototipado, medición, feedback y toma de decisiones en ciclos cortos.
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